Obra de gran complejidad y extensión, debido a que todos los espacios se intervinieron y se propusieron distintos murales y/o tapices. Además se integraron distintas marcas dando un toque industrial, contemporáneo y ecléctico.
El comedor se integró con dos mesas cuadradas en con tonos dorados avejentados en su estructura, las sillas en tonos rojos y negros de piel argentina avejentada;. en los extremos libreros de madera recuperada de barcos asiáticos con estructura de metal oxidado. Al centro del comedor un candil rectangular conformado por cristales -una interpretación de los prismas de cristal veneciano de los sesentas-.
En la sala se enmarcó el espacio con un tapete de grecas en tono negro y blanco, dos sofás tribeca en piel blanca avejentada y la mesa de centro cuadrada de la propela de un barco así como mesas de madera petrificada en aleación de cristal con acrílico; algunos accesorios decorativos como las mascaras y de fondo un tapiz de corte industrial, un sillón en tono azul obscuro enmarcado con la gran lámpara de tripie.
En la recámara principal se utilizo una cama de piel integrada y para seguir conservando el toque ecléctico de todo el departamento se coloco de frente el famoso escritorio en piel para área de trabajo. Todos los vestidores fueron diseñados en nogal y las piezas de mármol de las cubiertas de los baños y los baños fueron revitalizados y recuperados.
Todos los espacios fueron deslumbrados con las Piezas de la Artista Victoria Goren.
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